¿Qué es un conflicto?

El conflicto es una de las formas más intensas de resolver discrepancias en intereses, metas o puntos de vista que surgen durante la interacción social. Este proceso implica una oposición directa entre los involucrados y suele estar acompañado de emociones negativas, además de ignorar las reglas y normas establecidas.

El término conflicto abarca una amplia variedad de situaciones. Entre los ejemplos más comunes se encuentran:

• Choques de intereses en el ámbito empresarial.
• Conflictos familiares, como las discrepancias entre padres e hijos.
• Conflictos internos dentro de una persona.

En el caso de los conflictos interpersonales, estos se manifiestan como enfrentamientos, desacuerdos o tensiones entre dos o más personas. A diferencia de los conflictos intrapersonales, los interpersonales son visibles para los demás.

El núcleo de cualquier conflicto interpersonal reside en un choque de intereses: cada persona defiende su perspectiva como única y válida, generando así la situación conflictiva. diferente pero también único y verdadero. Así, se produce una situación de conflicto.

Causas que influyen en la aparición de un conflicto:

• Rasgos de personalidad, como el temperamento, carácter, visión del mundo, intereses y necesidades.
• Roles sociales que desempeña una persona.
• Relaciones emocionales con el entorno.
• La percepción y evaluación de su entorno social.
• Su comportamiento ante las circunstancias.

Por qué se incrementan los conflictos:

• El ritmo de vida acelerado, que incrementa los contactos y choques de intereses.
• La sobrecarga de información derivada de internet y redes sociales.
• Un incremento en la agresividad e intolerancia de las personas.
• Circunstancias adversas como pandemias, aislamiento social o problemas económicos.

Consecuencias del conflicto para el participante:

• Deterioro o ruptura de relaciones interpersonales.
• Agotamiento emocional y psicológico, afectando los recursos personales.
• Impacto negativo en el rendimiento y la salud mental de las partes involucradas.
• Desarrollo de estrés, aumentando el riesgo de enfermedades.
• Formación de una imagen negativa del otro.
• Frecuentemente, los conflictos incluyen violencia psicológica o física.
• Pérdidas económicas derivadas del enfrentamiento.

Cómo prevenir la aparición de conflictos

• Fomentar una actitud abierta y honesta.
• Reconocer y respetar los derechos de los demás.
• Mostrar comprensión hacia el rol que desempeña la otra persona.
• Explorar cómo la otra parte percibe la situación y sus emociones al respecto.
• Definir claramente el tema a discutir.
• Establecer un terreno común de entendimiento.
• Buscar soluciones que beneficien a todas las partes.

Cómo se resuelven los conflictos:

• Resolverlos de manera autónoma, mediante el diálogo directo.
• Solicitar la intervención de un tercero, como un profesional, amigo o familiar.
• Dejar el conflicto sin resolver, una práctica más común de lo que parece.

Formas de comportarse en los conflictos

Rivalidad

Cuando ambas partes compiten activamente por un interés compartido.

Acciones frecuentes:

• Ejercer un control rígido sobre las acciones del otro.
• Aplicar presión constante para ganar ventaja.
• Utilizar tácticas deshonestas, como mentiras o provocaciones.
• Rechazar el diálogo constructivo.

Concesión

Implica ceder de manera voluntaria o forzada frente al oponente.

Acciones frecuentes:

• Aceptar demandas sin cuestionarlas.
• Adoptar una postura pasiva.
• Apaciguar al oponente a través de elogios o sumisión.

Evasión

Evitar el conflicto en lugar de enfrentarlo.

Acciones frecuentes:

• Rechazar comprometerse o interactuar.
• Ignorar información clave.
• Retrasar deliberadamente decisiones importantes.
• Minimizar la importancia del conflicto.

Compromiso

Lograr una solución mediante concesiones mutuas.

Acciones frecuentes:

• Buscar equidad entre las posiciones.
• Proponer soluciones recíprocas.
• Mostrar disposición a encontrar beneficios compartidos.

Cooperación

Resolver el conflicto en conjunto, considerando al oponente como un aliado.

Acciones frecuentes:

• Recolectar información relevante para comprender el conflicto.
• Analizar recursos y alternativas para ambas partes.
• Discutir abiertamente con actitud constructiva.
• Revisar y ajustar propuestas mutuamente.

Reglas clave para manejar conflictos

• Permitir que la otra parte se exprese plenamente.
• Mostrar interés y respeto hacia sus puntos de vista.
• Promover la cooperación como base para resolver problemas.
• Buscar compromisos que conecten intereses comunes.
• Evitar críticas destructivas y mantener un tono respetuoso.
• Asegurarse de que ambas partes puedan preservar su imagen.

Elementos esenciales para una comunicación eficaz en conflictos:

• Gestionar objeciones y enfrentar desacuerdos.
• Controlar la agresión y mantener la calma.
• Practicar la escucha activa, prestando atención genuina.
• Usar preguntas estratégicas para clarificar puntos de vista.
• Aplicar técnicas para reducir tensiones emocionales.